El Rally de Córdoba subió un escalón en el grado de dificultad y se sintió en el clasificador. La segunda especial del día, que une San Gregorio – La Candelaria (17,86km), es la más sinuosa de toda la jornada y eso le da una ventaja a los pilotos de la R5 que cuentan con un medio mecánico de mayor potencia. Así quedó reflejado en los tiempos, en los que Alejandro Cancio fue el más rápido con un registro de 14.12,7s.

Pero la dureza del tramo también exigía un ritmo cauto para no penar con las piedras en el camino, y quien lo sufrió en primera instancia fue Martín Scuncio, quien perdió más de siete minutos al tener que parar para cambiar una cubierta. No fue el único, puesto que Nicolás Díaz, ganador de la especial anterior, también sufrió un inconveniente que lo retrasó 1m30s. El que no pudo seguir en carrera es Marcos Ligato, quien quedó parado en el sector con su Chevrolet Agile MRT.

Con todas estas incidencias, Gerónimo Padilla tomó las riendas de la RC2. El tucumano fue segundo en el sector a 14,2s, y manda en la clase con 8,6s de ventaja sobre el Toyota Etios R4 de Javier Castro.

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